10 de octubre de 2017

Experiencias otoñales


Durante estos días que se prevén con un tiempo buenísimo, se va a desarrollar en la Plaza del Castillo de Pamplona la II Semana del Producto Local con más de 50 puestos, degustaciones, animación y talleres. El objetivo es el de visibilizar y poner en valor los productos locales y el trabajo de los productores por su contribución a la sostenibilidad y a unos hábitos de vida saludables.



Y Reyno Gourmet, que siempre ha apostado por estos valores, no podía faltar.

Estamos muy implicados en la parte pedagógica de la Feria mediante la celebración de diversas catas en las que intentaremos dar a conocer algunos de nuestros productos. Comenzaremos el jueves a las 12:00 con una cata de Queso Idiazabal; y a las 13:00 con otra de Vinos DO Navarra. El viernes a mediodía, podremos asistir a una cata de Embutidos Ecológicos y Artesanos seguidos de otra de Miel Ecológica. Ya por la tarde, tendrá lugar una nueva cata de Pacharán Navarro. Y el sábado, disfrutaremos de una cata de Aceites de Oliva Virgen Extra de almazaras navarras, a las 13:00 horas, y de un Taller de Mermelada, a las 19:00 horas. Por último el domingo, tendremos ocasión de degustar Infusiones Ecológicas, a las 12:00 del mediodía, y un exquisito Queso Roncal, a las 13:00 horas.

Pero además, este año, por primera vez, hemos puesto a disposición de vecinos y visitantes una oportunidad única para conocer algunos de nuestros productores de Alimentos Artesanos, Producción Ecológica y Reyno Gourmet. De su mano, recorreremos Navarra, del Pirineo a la Ribera, desde sus pequeños pueblos medievales con calles empedradas a sus ciudades amuralladas testigos de la fusión de antiguas culturas. Allí conoceremos las técnicas de elaboración de algunos de nuestros productos más emblemáticos, apreciaremos las cualidades que el entorno tiene en su esencia y aprenderemos a saborear unos productos que, en muchos casos, tienen varios siglos de existencia.



En total se han organizado tres excursiones. La primera a la Ribera Baja, Fontellas, las Bardenas Reales y Tudela que comenzará con una cata de Aceite de Oliva Virgen Extra Ecológico. A continuación, tras la visita a Tudela, segunda ciudad en extensión e importancia de Navarra, y de un paseo por el Parque Natural de Bardenas Reales, reserva de la Biosfera por la Unesco, se visitará una empresa de cultivo de arroz, también ecológico y perteneciente a la marca Reyno Gourmet: Arroces El Alcaraván.

La segunda propuesta, por Tierra Estella, Ujué y Olite, comienza con una cata de pacharán Zoco y una interesante visita al Palacio neogógico de la Condesa de la Vega, en Dicastillo. A continuación, se visitará el pueblo medieval de Ujué y  la tienda de repostería artesana pastas Urrutia (empresa asociada a la marca Reyno Gourmet) para terminar en el Palacio Real de Olite y la Bodega Cosecheros, de la D.O. Navarra, ubicada en la misma localidad.

Y la tercera excursión nos lleva al impresionante Valle del Roncal, Belagua y la Selva de Irati e incluye la visita a Quesos Larra (de la Denominación de Origen Roncal), una vistia a las huellas del valle glaciar de Belagua, un paseo por las calles de Isaba y una salida a la Selva de Irati, hasta la Ermita de la Virgen de las Nieves.

 
Estas salidas han sido planeadas bajo el prisma del ecoturismo, una modalidad de turismo que se basa en la observación y apreciación de la naturaleza o de las culturas tradicionales que habitan en los ambientes naturales. Se organiza para pequeños grupos para evitar toda alteración en el ecosistema y tiene como objetivo proporcionar oportunidades y beneficios económicos para las comunidades anfitrionas.

Estas visitas incluyen además elementos educacionales y de interpretación, buscando crear conciencia sobre la importancia de la conservación de los recursos naturales y culturales, tanto en los habitantes de la zona como en los visitantes.

Información y Reservas: 684 45 43 42

4 de octubre de 2017

¡30 años de nuestro Piquillo de Lodosa!


Estamos comenzando el otoño y mientras los bosques del Norte de Navarra se inundan de ocres y dorados, los campos de la Ribera Alta se salpican de rojo intenso. Es el momento de recoger uno de los productos más emblemáticos y exquisitos de nuestra gastronomía: el Pimiento del Piquillo de Lodosa. Este año, la campaña ha comenzado con unos diez días de adelanto debido a las condiciones climatológicas, y durará hasta que lleguen las primeras heladas. Así que durante estos días, la actividad en los campos y en las fábricas de conserva será frenética.

Pero esta no es una temporada más, ésta es una temporada especial porque la Denominación de Origen, cumple ni más ni menos que ¡30 años! 

Lo cierto es que, a pesar de que el Pimiento del Piquillo era conocido en toda Navarra, hasta hace unas décadas apenas se plantaba para la venta sino para el consumo familiar. Pero gracias al turismo en la zona de cultivo, su fama trascendió primero a las comunidades límitrofes (especialmente al País Vasco) para después pasar a Madrid y Barcelona. Para finales de los años 60 el prestigio de este producto tradicional de los regadíos del Valle del Ebro había crecido hasta convertirlo en una de las conservas de mayor demanda de la industria agroalimentaria navarra y a tener un reconocimiento incluso internacional.

 


Poco a poco fue surgiendo la necesidad de contar con una Denominación de Origen que protegiera y reconociera unos Pimientos del Piquillo de calidad diferenciada, consecuencia de unas características propias debidas al medio geográfico en el que nacen y se elaboran. Y así, en el año 1987 se ratificó el Reglamento de la Denominación Pimiento del Piquillo de Lodosa y de su Consejo Regulador.




El producto amparado por la DOP procede únicamente de los términos municipales de: Lodosa, Andosilla, Azagra, Cárcar, Lerín, Mendavia, San Adrián y Sartaguda y es de la especie Capsicum annuum.L, de la variedad "Piquillo", autóctona de Navarra. Se trata de un pimiento pequeño, de forma triangular, de unos 50 gr y con una terminación en forma de pico (de ahí su nombre). Es colgante en la mata y el rabo siempre acabado en curva.





Pero si algo caracteriza y distingue al Pimiento del Piquillo de Lodosa de otros pimientos similares es su proceso de elaboración, y que se caracteriza por un asado a llama directa para que se queme solamente la piel y porque se lleva a cabo en seco, sin que el fruto toque el agua ni cualquier otra solución química. Así se consigue que el pimiento mantenga todas sus características de sabor, olor, etc.


 

Tradicionalmente, han sido siempre las mujeres las que se han ocupado de esta labor, un trabajo que la Denominación de Origen quiere destacar y valorar. 




Una vez embotado, ya está listo para su consumo. Es posiblemente la verdura de mayor juego: en pincho, en cazuelica, rellenos como primer plato, de acompañamiento con carnes y pescados e incluso en forma de mermelada o helado. 



 
Felicidades ¡Pimiento del Piquillo de Lodosa!