Odio escribir este post

Odio escribir este post porque significa que se ha terminado #Gastronav. Pero a la vez me emociona profundamente porque hay tantas cosas que quiero agradeceros y a tanta gente que no sé ni por dónde empezar.

Por de pronto comenzaré dando las gracias al Hotel Tximista, (que por cierto, para los que me lo preguntásteis, significa: rayo, relámpago) y más concretamente a Cristina, Ángel y Montse, por el trato que recibimos durante los días que estuvimos allí pero también por todas las facilidades que nos pusieron para que el salón donde se desarrolló el Encuentro estuviera perfecto y para que pudiéramos organizar el evento allí con todo lo que ello supone.

Maravillosa también la labor de Jaoine y, por supuesto, de su marido el cocinero David Yárnoz, que fueron los encargados de servirnos el cocktail del jueves por la noche, el coffe-break del viernes, y la fantástica comida del mismo viernes, en la que brilló con luz propia el lechón PIO de Producción Integrada de Navarra, de Reyno Gourmet. Antonio Cambronero llegó a decir: "A partir de ahora sólo comeré cochinillos píos".

Excelente también el Vino D.O. Navarra que, de la mano del gerente, Jordi Vidal, y de la responsable de Comunicación, Elena Arraiza, nos ofrecieron una degustación de sus vinos Blancos, Rosados, Tintos y Dulces absolutamente maravillosa. Tuvieron el detalle además de amenizarnos la velada con unos monologuistas del movimiento Bola de Pamplona. Y les pido disculpas porque no les hicimos mucho caso, ésa es la verdad, pero es que mucha gente llevábamos un año sin vernos y teníamos muchas cosas que contarnos. (Nota: a tener en cuenta para próximas ediciones)

Gracias también a la magnífica Bodega Aroa, a los socios Txus Macías y Kepa Larumbe por enseñarnos las instalaciones y los viñedos con tanta pasión (en mi grupo alguien dijo: "dan ganas de dejarlo todo y ponerse a hacer vino"), y al cocinero Antonio Ramírez y a Cristina Rodríguez por la gran cena que disfrutamos.

Quiero agradecerle también a Miguel Aísa, de la Quesería Aísa de Riezu, su hospitalidad, su cercanía enseñándonos su casa, y los magníficos quesos que nos ofreció mientras disfrutábamos, en una mañana soleada y tranquila, de la impresionante belleza del Valle de Yerri. (Larua Farinelli lo calificó como un paisaje muy dulce y Nacho Vázquez dijo que le gustaba más que el mar, que de agua ya estaba harto).

Gracias también, por supuesto, a la impresionate Bodega de Chivite, en el Señorío de Arínzano, por abrirnos las puertas de su majestuosa bodega. Todo un altar dedicado al Vino y erigido por el enorme arquitecto navarro Rafael Moneo, que sobrecoge y emociona. Gracias a Federico, por la amena y a su vez intensa visita guiada, y al enólogo de la bodega, Leo, por compartir con nosotros la comida y estar a disposición de todos para responder a cualquier pregunta relativa a sus vinos.

Gracias por supuesto a Enrique Martínez, y al grupo Maher, por elaborar y servirnos una comida impresionante (la menestra extraordinaria; y el rabo de novilla, absolutamente delicioso) en un marco de ensueño y acompañada de los grandes, inmensos, vinos de la Bodega Chivite. Su blanco de la Colección 125; su rosado con un poco de barrica; su Tinto, nuevamente de la colección 125; y, sobre todas las cosas, sus emblemáticos Vinos de Pago. Una experienca única, sin duda, y un magnífico colofón para brindar por el Encuentro y por los premiados.

Gracias también a Licores Baines, a Nerea Matute especialmente, por querer compartir la bodega y su magnífico Pacharán con todos nosotros.

Mi enorme agradecimiento, por supuesto, a los ponentes que participaron entusiasta y profesionalmente en las Mesas y que mostraron su alegría y disponibilidad por participar desde el primer instante. Cómo olvidar la dulzura de las italianas Anna Mayer y Laura Farinelli, de la peruana Pierina Papi o de la argentina Victoria Rodríguez; imposible no recordar el fino sentido del humor de Mikel Iturriaga; maravillosa la simpatía de Isasaweis o Nacho Vázquez; entrañable el nerviosismo (no exento de profesionalidad) de Javier y Mar (Gastronomía y Cía) ; magnífica la solvente seriedad de Puy Trigueros o Jorge Guitián; y emocionante la cercanía de Montse Fernández, Amaia Markuleta o Txaber Allué. Y mil gracias también a Nere, la ganadora del Año Sabático en La Rioja, que dejó por un día su retiro dorado en la comunidad vecina para venir a nuestro Encuentro a contarnos su experiencia.

Quiero dar un abrazo enorme y especial a Isasaweis y a Rodrigo, por venir con Mateo y hacer que Navarra fuera el primer destino del primer viaje de su vida (y qué bien se portó...) y a Pierina Papi y a Mauricio, por venir desde el otro lado del mundo a participar en nuestro Encuentro y compartir todas las actividades con el grupo a pesar de tener un jet lag inmenso.

Hay una persona que ha sido imprescindible y que, reiteradamente, se me olvidó en las referencias y agradecimientos que hice viva voz durante todo el Encuentro. Desde aquí reitero las disculpas que le ofrecí en vivo. Esa persona es David Continente (la contraparte de Contimarku) que fue el encargado del streaming, un streaming magnífico, que no falló en ningún momento y que congregó, el primer día, a más de mil personas ante las pantallas de los ordenadores para seguir el Encuentro desde cualquier lugar del mundo. Gracias a él y a sus gestiones tuvimos también una línea propia: Gastronav y funcionó todo a la perfección cuando horas antes, no funcionaba nada. (Murphy y sus leyes).

Gracias sinceras también a Twitboy, uno de los mayores expertos en Twitter, que me ofreción desinteresadamente su herramienta de monitorización y seguimiento "Chameleon" para proyectar los tweets en la pantalla, ante mis nervios por lo mal que funcionaba la web oficial de Twitter. No lo pude usar porque el ordenador que llevé es, como me dijo él mismo, "como para tirarlo al Ega" (que es el río que baña el jardín del hotel). Le agradezco el ofrecimiento de una herramienta tan fantástica, y aprovecho para felicitarle porque hoy, 6 de junio, es su cumpleaños. Gracias y Felicidades!!!

Mil gracias por supuesto al Jurado de los Premios. Os aseguro que no es fácil revisar más de 120 blogs, votarlos, clasificarlos, y, sobre todo, decidir. Txaber Allué, Pierina Papi, Antonio Cambronero y José Luis Orihuela, dedicaron horas de su tiempo a esta ingrata tarea (ingrata porque decidir significa también dejar fuera a otros, y eso no es fácil para nadie). Gracias de corazón.

Y qué os voy a decir de José Luis que no os haya dicho ya. No tengo palabras para agradecerle el trabajo que realiza con las Mesas; su convencimiento y fe en el Encuentro; su humildad y amabilidad y sobre todo que entre un viaje a Santo Domingo y otro a Guatemala (reclamado por Universidades de todo el mundo) y con las últimas correcciones de su libro "Mundo Twitter", que sale el próximo 14 de junio, aún haya tenido tiempo de compartir con nosotros esos días y vivirlos con la misma intensidad que lo hacemos los demás. Inolvidables las #emboscadasorihuela (como las calificó Nacho Vázquez) que hacen que nadie se sienta desplazado ni fuera de lugar. Gracias Maestro, de todo corazón.

Y por supuesto, gracias a todos los que día a día nos seguís, a todos aquellos que os acercasteis a Estella, a todos los que nos seguistes por el streaming, a los que me habéis dicho que el año que viene no fallaréis, a todos, los que, en definitiva, hacéis posible que #Gastronav sea como es.

Hoy tengo un lunes tremendo. Como pamplonica de pro, me recuerda un poco al día posterior al Pobre de Mí, cuando en Pamplona termina San Fermín y la ciudad se queda vacía. Ése es más o menos el sentimiento de hoy. Menos mal que nos quedan las redes sociales para seguir conversando.

Y tal y como os dije el año pasado, ya sabéis que aquí las fiestas se terminan con un: Ya falta menos...

Gracias a todos