23 de abril de 2009
Atxen, feliz y emocionada, ante el premio EVA a toda una vida
Creo no equivocarme si afirmo que el premio EVA que más ilusión nos ha hecho en Navarra es el concedido a Atxen Jiménez por TODA UNA VIDA dedicada a la Gastronomía. Desde que era una niña Atxen estuvo con sus padres en el bar que éstos regentaban en la Plaza de Navarra en Tafalla. Su padre, Demetrio, debía ser un entrañable personaje en la ciudad pues a su establecimiento le llamaban cariñosamente el bar de Demetrio. Ascensión, la madre, atendía las mesas y dirigía la cocina para que la barra estuviera siempre llena de pinchos. Sus padres no querían que sus hijas se dedicara al negocio de la hostelería, lo consideraban muy esclavo y trabajoso, y preferían que fuera el hijo mayor quien se hiciera cargo del bar. Sin embargo, a los quince años, las circunstancias de la vida hicieron que Atxen dejara el internado de Pamplona y volviera a Tafalla para comenzar a trabajar en la empresa familiar.
Con el tiempo, el Tubal amplió su espacio y añadió un pequeño comedor. Y ya en el año 1976, cuando sus padres se retiraron y decidieron cerrar el local, Atxen comenzó su andadura en solitario. Arriesgada y trabajadora tenaz, Atxen decidió entonces invertir todo su dinero y el de su marido en ampliar el negocio, el local, la cocina.... Y de las diez mesas del principio, llegamos ahora a sus salones con capacidad para más de cuatrocientos comensales y un nombre hecho a base de dedicación, trabajo y, sobre todo, buena cocina.
Hoy, Atxen, cincuenta años de trabajo después, recibe el premio absolutamente encantada. Embargada por la emoción y con los ojos cuajados de lágrimas afirma que recibe el premio "con una mezcla de emoción, agradecimiento y sobre todo nostalgia. Nostalgia por toda una vida que ha pasado tan rápidamente, casi sin darme cuenta".
Y es que cuando Atxen echa la vista atrás, no puede evitar pensar que "nadie hubiera pensado nunca, cuando empecé, que llegaría a donde he llegado. Era imposible poder soñar con esto y eso me produce una emoción grandísima. He sido muy afortunada. La vida me ha dado una profesión maravillosa que he desarrollado lo mejor que he sabido y unos momentos maravillosos, aunque algunos también duros, que no cambiaría por nada".
Además puede afirmar con orgullo que la tercera generación seguirá sus pasos y continuará trabajando en el legado que sus padres le dejaron. "Eso sí que me llena de un orgullo inmenso, que Nicolás, como jfe de cocina y Beatriz, en la gestión y atención a los clientes, estén haciendo una labor tan excelente. Sin ellos, y sin mi marido, no habría podido llegar hasta aquí".
Atxen, que a sus 66 años sigue siendo elegantísima y encantadora, afirma que dedica el premio "a todas esas mujeres anónimas que cocinan y han cocinado siempre en la soledad de sus fogones tanto en casa como en bares y restaurantes y que nunca han sido premiadas. Todas ellas son transmisoras de nuestra cultura culinaria".
Enhorabuena, Atxen, te lo mereces
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1 comentario:
Felicitaciones!! Y me alegra mucho que nos tengan en cuenta. Ya que sino, parece que siempre resultan postulados y gandores los Cocineros hombres!!
Espero que disfrutes tu premio, y estare el 20, junto a todos para felicitarte personalmente
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