29 de septiembre de 2009

Preparados, listos, ¡YA!


Reconozco que lo mío no es correr. ("Correr es de cobardes", se suele decir). Pero a pesar de eso, me da mucha envidia ver a todos aquellos atletas que, por la mañana, por la tarde, e incluso por las frías noches de invierno, salen a correr con su mp3 en la oreja y su contador de pulsaciones ciñendo el brazo. Entonces siempre digo: "un día de éstos, cuando tenga tiempo, empiezo yo también".

Y cuando llegan estos días, la envidia, literalmente, me corroe. El domingo se celebra en Navarra una de la carreras populares más bonitas de España, la Roncesvalles-Zubiri. Concebida como un recorrido de aventura, de fusión entre naturaleza, cultura, tradición y deporte, la carrera discurre íntegramente por el recorrido del Camino de Santiago, más concretamente, del Camino francés el que entra del país vecino por Luzaide/Valcarlos.


El proyecto surgió, como todas las grandes ideas, de una fusión entre entusiasmo y profesionalidad: por el entusiasmo de un vecino de Zubiri (Oscar Zubiri, hermano de Serafín, el cantante) y la profesionalidad y buen hacer de un amigo de Madrid (Mauricio Blanco) que había sido el organizador, durante muchos años, del famoso maratón de la capital española.

Cuando Mauricio vio el recorrido, la belleza majestuosa de su senda, la historia de su vereda, las leyendas que han acompañado desde hace siglos a la ruta Jacobea, entendió el maravilloso potencial que tendría esta prueba para todos los aficionados a correr (y os aseguro que son muchísimos). Rápidamente se puso manos a la obra y aunque al principio contó con alguna suspicacia ("de Madrid nos van a venir a enseñar a hacer las cosas...") y alguna incredulidad ("seguro que no viene casi nadie") se convirtió, desde su primera edición hace sólo tres años, en un auténtico clásico de las pruebas deportivas de nuestro país.


Y es que no se trata sólo de correr. El día anterior hay una marcha-paseo que discurre por el mismo camino para todos aquellos (familias, pandillas, aficionados al senderismo, etc) que prefieran disfrutar del entorno pausadamente y sin perder el resuello corriendo. Y el fin de semana Zubiri se convierte en una fiesta. Se celebra una Feria Artesanal y Gastronómica; se coloca un parque infantil para todos los niños; se organiza una comida de clausura en la que participan cerca de dos mil personas (entre corredores, familiares y amigos); los participantes cuentan con atención sanitaria, avituallamiento, guardarropa, etc); y durante los fines de semana anteriores a la carrera, los participantes que lo deseen (navarros generalmente por una simple cuestión de distancias) pueden acudir a un entrenamiento organizado y coordinado por profesionales para poder terminar la prueba en buenas condiciones. Todo un lujo, vaya.

Aunque no es una media maratón oficial porque tiene algún metro más que viene determinado por el propio trazado de la etapa (el recorrido es de 21 km 100 m), los 900 dorsales que se pusieron a disposición de todos los que desearan participar se agotaron en MENOS DE 48 HORAS. Así que os podéis hacer una idea de lo que esta iniciativa ha supuesto para el deporte y para el turismo de Navarra.

Desde Reyno Gourmet hemos colaborado con el proyecto desde el principio (aportando incluso un participante en la carrera_que no soy yo, os lo aseguro) porque nos encantó la idea; porque vimos su gran potencial como reclamo turístico; y porque era también una magnífica ocasión para dar a conocer nuestros productos a todos los corredores y familiares que vienen desde distintas zonas de España a la competición. Así, la comida de clausura, corresponde a Reyno Gourmet: de primero, las tradicionales y exquisitas pochas; a continuación carne de ternera de Navarra asada acompañada de unos exquisitos Pimientos del Piquillo de Lodosa confitados con ajitos. Y de postre un sabroso Queso Roncal. Todo ello acompañado, por supuesto, de Vino de Navarra.

Desde luego dan ganas de apuntarse.
¡Animaos para el año que viene!


Fotografías: Carlos Arteta, Gobierno de Navarra, MineralTown.com, y MadTeam.net

23 de septiembre de 2009

Si es de Navarra, no es de Perú. Segunda parte

Hace ya unos días, publicamos un post sobre las estratagemas que siguen algunas empresas para hacer creer al consumidor que está comprando "Espárragos de Navarra" cuando lo que en realidad está adquiriendo son espárragos de Perú o de China (los principales proveedores). Os decíamos entonces que la práctica totalidad de las Denominaciones de Origen de España se veía afectada por este tipo de artimañas.

Y hoy os vamos a mostrar otro ejemplo que afecta a otra de nuestras Denominaciones más emblemáticas: la del Pimiento del Piquillo de Lodosa.

Según el Reglamento de la Denominación de Origen, la zona de producción del Pimiento del Piquillo de Lodosa comprende únicamente ocho municipios navarros cuyo epicentro es la localidad que da nombre a la D.O: Lodosa. Los pueblos en cuestión son: Andosilla, Azagra, Cárcar, Lerín, Lodosa, Mendavia, San Adrián y Sartaguda.

Pues bien. El otro día en el mercado nos encontramos este frasco:


"Casa Alicia de Lodosa. Pimientos del Piquillo"

Lógicamente el cliente piensa que son de Navarra, más concretamente de Lodosa. Pero no es así. El engaño comienza con el nombre del producto. Únicamente el pimiento acogido a Denominación de Origen y elaborado en la Zona de Producción que antes hemos visto, puede poner en su nombre "Pimiento del Piquillo de Lodosa".

Esto lo saben. Y para no cometer ninguna ilegalidad lo que hacen es poner: Casa Alicia de Lodosa, justo al lado de Pimientos del Piquillo de manera que, en el lineal del hipermercado o en la estantería de cualquier tienda, tú lo que ves es que son Pimientos del Piquillo de Lodosa.

Le damos la vuelta al frasco para ver dónde se ha fabricado:

Y aparece una dirección de Navarra, y más concretamente de Lodosa:

Pero un poco más abajo, figura la auténtica procedencia del pimiento: Perú

Desde la Denominación de Origen llevan mucho tiempo denunciando estas prácticas que lo que buscan es confundir al consumidor para, aprovechándose del buen nombre y prestigio de la marca de la Denominación, hacerle creer que se está llevando un determinado producto cuando en realidad está adquiriendo otro.

La picaresca es extensa. Algunos ponen una pegatina que simula al logotipo de la Denominación pero con otro texto; otros destacan y ponen en un primer plano el supuesto lugar de origen (Navarra, Lodosa, Mendavia, Los Arcos...) para escribir en letra pequeña y en la parte posterior de la etiqueta la auténtica procedencia: Perú, China... y otros se aprovechan de marcas que utiliza alguna empresa de la Denominación ("Cojonudos") y las adoptan para sus propios productos.

La conclusión está clara: antes de comprar un producto hay que estudiar detenidamente la etiqueta, algo que no hace más del 60 por ciento de los consumidores en España, según la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios.

17 de septiembre de 2009

Con las ovejas en las Bardenas

Todos los días madrugo, pero hoy ha sido algo excepcional. Me he levantado a las seis menos cuarto de la mañana (cuando todavía no están puestas ni las calles) para ver un auténtico espectáculo que marca en Navarra el comienzo del otoño: la entrada de los rebaños en las Bardenas Reales.


Cuando el frío y la nieve se intuyen cerca, miles de ovejas procedentes de los valles pirenaicos del Salazar y Roncal (de una belleza abrumadora), bajan por las cañadas reales en busca de los parajes más secos y menos inhóspitos de las Bardenas, donde permanecerán hasta mayo. Esta costumbre ancestral se mantiene por lo menos desde el año 882, cuando el rey Sancho García firmó el derecho de los pastores salacencos y roncaleses a usar los pastos invernales de las Bardenas como agradecimiento al coraje de las gentes del valle en su lucha contra los sarracenos. Y desde entonces el ritual de la trashumancia se mantiene. Es cierto que cada vez son menos los pastores y menos las ovejas, pero a cambio, cada vez son más las personas que se acercan al amanecer a este paraje lunar para ver entrar los rebaños azuzados por los perros.

A las ocho menos cuarto de la mañana, y bajo una monumental tromba de agua, llegábamos a "El Paso" situado en el término de Carcastillo, muy cerca del Monumento al Pastor, una emotiva escultura realizada por Loperena. Los visitantes nos agrupamos muy cerca de la "cabaña de los guardas" (más que todo por refugiarnos de la lluvia) y a las ocho de la mañana, un disparo de escopeta ha marcado la entrada del primer rebaño a la Bardena Blanca.


Las ovejas entran al galope, agrupadas, y los orgullosos pastores, auténticos protagonistas de la jornada, les siguen corriendo y golpeando el suelo con su cayado para aligerar el paso de los animales. Mientras los perros, maravillosamente entrenados, las van rodeando con cuidado de que ninguna se despiste. Durante todo el día y en las jornadas siguientes el lugar se convierte en un continuo discurrir de ovejas, cuya cifra puede alcanzar hasta las 100.000 cabezas aproximadamente.



Acude gente de toda Navarra, pero destacan especialmente los visitantes procedentes de Roncal y Salazar, los franceses, grandes admiradores del paisaje árido de la Bardena, y los procedentes de los pueblos que forman la Comunidad de Bardenas (veintidos en total), en cuya Junta ostentan idénticos derechos y deberes con independencia del número de vecinos que contabilicen. Esto es así desde que, en el siglo XVIII, con la muerte del Rey Carlos II de Austria sin descendencia, se desencadenara la Guerra de Sucesión entre los Austrias y los Borbones. Aunque éstos fueron los vencedores, necesitaban medios económicos para sufragar los importantes gastos generados por la guerra. Las veintidos entidades que tenían privilegios sobre las Bardenas Reales se dirigieron entonces al Virrey presentando y ofreciendo la cantidad de nueve mil pesos en contraprestación a la cesión del goce a perpetuidad y en exclusiva. A lo que accedió el Rey Felipe V (no por nueve sino por doce mil reales) mediante Real Cédula de 14 de abril de 1705. Durante los siglos posteriores se configuró como una mancomunidad municipal muy especial desde su origen y por sus propios miembros, ya que en su seno se encuentran municipios, otras mancomunidades (las Juntas de los Valles)y un Monasterio (el de la Oliva).


Y como todo espectáculo, fiesta o tradición que se precie (al menos en Navarra), no puede finalizar sin una degustación popular, los asistentes hemos disfrutado de un exquisito almuerzo a base de chistorra, migas tradicionales de pastor, y vino. El frío y la intensa lluvia de la mañana ha colaborado mucho con el hecho de que todos nos dedicáramos al condumio con fruición mientras observábamos el increíble cielo bardenero. Ha sido en definitiva, una mañana intensa que os recomiendo a todos. Acordaos: se celebra siempre el 18 de septiembre.


Aclaración: aunque me he llevado la cámara de fotos, llovía tanto que no he podido ni sacarla del bolso por lo que que las fotografías que os muestro en este post han sido tomadas en otras fechas distintas. Han sido realizadas por Luis Lainsa y Eduardo Blanco y las he encontrado en sus respectivas cuentas de Flickr.

15 de septiembre de 2009

Social Media Revolution

Acabo de ver un vídeo "Socia Media Revolution" (Compartido por Marketing On-Line Blog) que muestra, en cifras, el extraordinario avance de las redes sociales en el mundo y el fantástico cambio que ha experimentado en pocos, poquísimos años, nuestra forma de comunicarnos.

Algo así... ¿cómo no va a afectar también a nuestra manera de relacionarnos, al ocio que compartimos e incluso a nuestras preferencias gastronómicas?

Os lo dejo...

9 de septiembre de 2009

Si es de Navarra, no es de Perú (y viceversa)

Imaginemos que esta noche os apetece invitar a unos amigos a cenar (tampoco es tan raro). Pero no a un restaurante, mejor en casa  De primero decidís poner espárragos.Vais al supermercado a comprar unos buenos.

Ante el lineal, tenéis las diferentes marcas. Y decidís comprar por supuesto de Navarra avalado por una Indicación Geográfica Protegida. ¿Y esto qué quiere decir?, pues que es un producto acogido a una figura de protección cuya normativa se ha unificado en toda Europa y que designa el nombre de un alimento que debe producirse, transformarse y elaborarse en una zona determinada. En este caso en alguno de los municipios de la Ribera del Ebro (que comprende Navarra, La Rioja y Aragón) acogidos a la I.G.P. Espárrago de Navarra.

Y os encontráis con éstos:



"Alta Cocina Navarra. Espárragos Blancos Extra". Que vienen incluso con el calificativo de "Cojonudos". Muy bien. Leéis de qué localidad son:



Sin embargo, un poquito más abajo.


En letra muy pequeña: Producto originario de Perú

Se trata del viejo truco de vender un alimento por la reputación que implica su nombre pese a que no puedan lucir un sello que garantice su origen. El Consejo Regulador lleva mucho tiempo advirtiendo que determinadas empresas importan los espárragos, principalmente de China o Perú, y luego le ponen una marca que suene a Navarra. La IGP tiene registrado (y reconocido oficialmente) el apelativo "de Navarra" para los espárragos. De esta forma, sólo el producto acogido a Denominación puede poner en su envase "Espárrago de Navarra"; pero no dice nada de nombres parecidos que incluyan dicha palabra (en el caso que estamos viendo "Alta Cocina Navarra"). Y en algún lugar de la lata o frasco aparece (porque es obligatorio) la verdadera procedencia del producto. En este caso de Perú. Suele estar en letra muy pequeña y en uno de los laterales.

¿Y por qué se importa el producto? pues porque los costes de producción en estos países son mucho más bajos. Lo que se hace en Navarra sólo es la comercialización. Y es que el Espárrago de Navarra requiere mucha mano de obra. La recolección se realiza de uno en uno, en las horas previas al amanecer y antes de que el sol abrase con sus rayos la Ribera del Ebro. Después se llevan a las conserveras, situadas muy cerca de la zona de producción, y comienza el proceso de producción y envasado. Con el sello de la IGP se elaboran unos tres millones de kg y sin embargo se importan cerca de 60 millones.

El equívoco se completa con la introducción de un domicilio social en Navarra de manera que el consumidor, al leer, en este caso concreto, que la empresa está radicada en Los Arcos, Navarra, piensa que el producto también es originario de dicha zona.

De esta forma, el cliente cree que está adquiriendo un producto de Navarra cuando la realidad es muy distinta. Esta práctica supone un claro intento de engaño y fraude al comprador que busca una cosa y se va a casa con otra distinta.

Si alguien quiere una marca determinada es por todos los valores que dicha marca lleva asociados: en este caso origen, garantía, control, historia, alta gastronomía, tradición, etc.

Esta práctica no afecta únicamente al Espárrago de Navarra. Casi todas las Denominaciones de España desde el orujo de Galicia a los pimientos del Padrón, del turrón de Jijona al queso Manchego, pueden contar experiencias a este respecto.

La parte positiva: que la marca, en este caso Espárrago de Navarra, es tan poderosa que se ha creado toda una red para vender en su nombre. Exactamente igual que lo que pasa con Gucci, Hermés o Louis Vuitton. Pero esto no supone un consuelo para todos aquellos que se esfuerzan por cumplir una serie de requisitos y controles (muy estrictos en determinadas ocasiones) para que otros (que no se someten a tantas inspecciones) se beneficien de su nombre y de su trabajo.

7 de septiembre de 2009

Entre Planes y Vinos


El pasado miércoles se puso en marcha definitivamente el Plan estratégico del vino de Navarra con la presencia de todos los organismos e instituciones implicados en el mundo del vino en nuestra Comunidad.

¿Todos?... No. Nos faltó uno. Precisamente la primera parte, que no es la parte contratante de la primera parte como decían los hermanos Marx, sino la que representa a una parte de los viticultores de Navarra.

Vinieron y se fueron. Dicen que para ir y volver, mejor no ir. Pero éste no era el caso. Se hacía necesario escenificar su desacuerdo con el Gobierno, por, según dicen, incumplimiento de unos compromisos. Compromisos, que, por otra parte, he buscado y rebuscado y sigo sin encontrar.
Sí recuerdo haber asistido a la primera reunión donde, por parte del Gobierno, se manifestó la necesidad de consensuar un Plan estratégico financiado al 100% por el mismo Gobierno, para posteriormente, una vez conocidos los resultados, habilitar partidas que faciliten la ejecución de las medidas que se planteen en dicho plan. Lógicamente, a fecha de hoy, esas medidas todavía no se conocen, pues apenas ha transcurrido una semana desde que iniciamos el Plan y sus resultados no serán presentados hasta mediados de noviembre.

En todo caso y sin entrar a valorar los motivos de esta ausencia, creo que no se ha producido ni en el momento ni en el lugar adecuados. El Plan Estratégico debe ser el elemento dinamizador del Sector y el que arbitre el tipo de medidas que son necesarias para su desarrollo. Es decir, estamos hablando del futuro y no del pasado, si la frustración y el enfado es por el pasado, ilusionémonos por el futuro y probablemente los resultados, entre todos, serán mejores.

Pero, ¿Seremos capaces de aceptar lo que el Plan Estratégico nos diga que debemos hacer? Esta es la pregunta del millón. Difícilmente aceptaremos consejos de aquellos que no viven el drama del vino en estos momentos, y difícilmente querremos que nos apliquen unas medidas que no deseamos.

De todos es conocida la aversión al cambio del ser humano, y es probablemente esta misma aversión la que hace que, a pesar de estar mal, no queramos iniciar nuevos rumbos. Pues bien, creo que esta postura es un error, pues el Plan Estratégico nos dará estos nuevos aires necesarios en este momento de tempestad económica.

Y estoy seguro de que el Plan nos señalará aquello que todos sabemos que deberíamos hacer y que no hacemos para mejorar el sector, porque, como ya he manifestado muchas veces, aunque todos sabemos lo que es necesario ejecutar, nos falta valentía para hacerlo y miedo a ser contestados por nuestros representados, precisamente por esa aversión al cambio.

Mientras sigamos mirando a la administración para que habilite nuevas ayudas, dejaremos de mirar al mercado para preguntarle qué es lo que necesita, un mercado en el que nacen oportunidades cada día, y donde debemos estar atentos para aprovecharlas.

Si una vez conocidas las medidas propuestas por el Plan Estratégico no las aplicamos, tendremos, una vez más, un plan perfectamente ilustrado en el rincón de una de nuestras librerías o almacenado en el disco duro de algún viejo ordenador. Y mientras, el mercado hará implacablemente su trabajo de adelgazamiento de nuestro sector en Navarra.

Iñaki Goñi