La mayoría de los alimentos que consumimos hoy en día, no tienen nada que ver con los que comíamos en la infancia. O por decirlo con más exactitud, con el recuerdo que nos ha quedado de aquellos alimentos que degustábamos en la niñez.
Los tomates no saben a nada, el pollo es insulso, muchos filetes tienen agua y al freírlos se recuecen, y la leche, ha perdido su sabor. Estos comentarios los he oído (y compartido) en muchísimas ocasiones. Y probablemente tengan mucho de cierto. La producción a gran escala y la globalización traen consigo algunas consecuencias que van en detrimento del sabor.
En este panorama, son muy elogiables las iniciativas que intentan volver a esos sabores de antaño manteniendo la calidad y los controles de ahora. Es el caso de la leche Lacturale, que sabe tanto a "leche" que a mucha gente le sorprende, acostumbrados como estamos a que ahora la leche sepa a algo totalmente distinto a lo que sabía hace unos años.
La primera particularidad que tiene es que es la única que proviene de una Ganadería en Producción Integrada. ¿Y qué es la Producción Integrada? Pues ni más ni menos que una alternativa entre la agricultura convencional y la ecológica. En este sistema, los métodos biológicos, los químicos y cualesquiera otras técnicas de cultivo son cuidadosamente elegidos y equilibrados, teniendo en cuenta la protección del medio ambiente, el bienestar animal, la rentabilidad de las explotaciones y las exigencias de los consumidores en lo relativo a calidad y seguridad alimentaria.
En el caso de la leche Lacturale, las vacas reciben al menos un 80% de su alimentación basada en fibra vegetal forrajera y cumplen rigurosamente la normativa de bienestar animal. Pero además se caracteriza por la ausencia de inhibidores y antibióticos en la leche; aumento de los periodos de supresión de los tratamientos veterinarios; mayor higiene en el ordeño; mayor control de la conservación y la manipulación de la leche en las explotaciones; y la recogida diaria de muestras de leche y análisis en un laboratorio acreditado.
El resultado es una leche saludable, natural pero, sobre todo, de un sabor excepcional. Tanto que ha sido merecedora, dos años consecutivos, del premio Internacional "Sabor Superior", un prestigioso galardón concedido por el Instituto Internacional del Sabor y la Calidad-iTQi.
Nuestra más sincera enhorabuena para Lacturale, una leche que sabe a leche
4 comentarios:
Siempre la veo en el super pero nunca la he comprado, probaré a ver si sabe a leche leche jejeje aunque te diré que hay otra que tiene también muy buen sabor, a leche de vaquería de toda la vida, es de la COVAP de Pozoblanco (Córdoba). Y en cuanto a lo tomates... como los de huerta ninguno, las lechugas más de los mismo... estamos ganando en presencia de alimentos y perdiendo lo fundamental, el sabor.
Te sigo! un saludo desde Corella.
Muchísimas gracias por tu comentario Sara, tienes toda la razón. La leche de COVAP no la he probado, la verdad, si la veo, la compro para ver qué tal. Un saludo cordial.
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Hoy en día, la comida ha cambiado mucho desde nuestra infancia, y muchos sentimos que los sabores han desaparecido. Iniciativas como la leche Lacturale buscan recuperar esos sabores genuinos. Este producto proviene de una ganadería comprometida con el bienestar animal, utilizando métodos equilibrados entre prácticas convencionales y ecológicas. Es como en slope game : puedes revivir ritmos pasados, ¡pero con una calidad moderna y fresca!
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